Responsabilidad de proteger. Responsabilidad de reaccionar.

  Testigos citados por Al Yazira, informan que el Ejercito está disparando desde helicópteros y empleando artillería contra los manifestantes en la plaza verde.

 

El ministro de justicia libio, Abdul Jalil Mustafa, ha dimitido por “el uso excesivo de la violencia contra los manifestantes”. A esta dimisión se han unido la de los embajadores libios en Reino Unido, China, Indonesia, India y la Liga Árabe. Dos coroneles libios, pilotos de combate, que se niegan a bombardear a los manifestantes, aterrizaron en Malta para pedir asilo político.

 

Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU, comunicó que si se confirma el ataque a manifestantes, “constituirá una seria violación de las leyes humanitarias y serán condenadas de la forma más enérgica”

 

Hoy 22 de febrero, el ejército reanuda el bombardeo sobre las revueltas. ONGs en Libia informan que los muertos y heridos se contabilizan por miles.

 

La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha manifestado estar extremadamente alarmada, porque mientras habla se están perdiendo vidas. Por ello, ha reclamado una investigación internacional sobre estos hechos.

 

La historia de Naciones Unidas: tarde, mal y nunca.

 

 

Fotografía tomada por AP. Manifestante enfrente de la embajada Libia en Egipto.

 

© Luis de la Fuente Martin 2011

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