Facebooking Iran
La guerra fría marcó la rivalidad entre EEUU y la URSS y sus respectivos aliados desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial. Fue la clave de las relaciones internacionales, y duró hasta la desintegración de la URSS en 1991. En contadas ocasiones se libró en escenarios bélicos, y la mayoría de las veces los frentes fueron políticos, económicos y mediáticos. Lo que evitó que la situación pasara a ser un conflicto armado, fue el uso del arma nuclear como arma disuasoria, ya que una guerra directa no hubiera sido ganada por nadie.
Hoy el enemigo no es la URSS, este papel ha sido relevado principalmente por el terrorismo islámico y los países dictatoriales que lo amparan. En este contexto, las armas nucleares tienen poca capacidad disuasoria desde el lado occidental. En todo caso, la moneda está del lado de los regímenes autocráticos que tienden la mano a la tecnología nuclear, y cuyo riesgo de uso supone una seria desestabilización del actual statu quo.
Viendo los resultados de la estrategia militar de Estados Unidos en Irak y Afganistán, su proyección a Irán podría suponer una peligrosa derrota, por lo que entra en escena una nueva táctica: el uso de la tecnología de la información. Este uso estratégico no es nuevo. El poder que otorga la comunicación ha sido valorado como un factor clave por organizaciones como AlQaeda, ya que ha permitido todo un despliegue informativo de su propaganda, así como un excelente medio para coordinar sus acciones.
Esta lección ha sido aprendida y empieza a ponerse en marcha en nuevos escenarios. Hemos empezado con el mundo árabe. Los gobiernos de Túnez y Egipto han sido derrocados. En Libia, Gadafi se ha acantonado en Tripoli, mientras pierde el control del país. En Bahrein, se ha otorgado el “perdón real” a 23 opositores chiíes, algunos condenados a cedena perpetua, para calmar los ánimos del movimiento opositor Al Wefaq. En Jordania y Yemen han contabilizado por el momento una decena de fallecimientos. Argelia emplea a la policía a fondo para reducir las manifestaciones. En Marruecos, el rey Mohamed VI anuncia reformas estructurales, en un intento de frenar las protestas.
Irán observa como el tsunami social se dirige, cada vez más fuerte, a sus fronteras. No son tanques ni bombas inteligentes quienes les amenazan, son mensajes de Facebook y Twitter, invitando a sus ciudadanos a decir basta.
Resultó llamativo el acto social del presidente Obama hace unos días, donde tuvo tres invitados de honor: Mark Zuckerberg, fundador de Facebook; Eric Schmidt, jefe de Google y Steve Jobs, presidente de Apple.
Después de esta cena, lo que habrá que adivinar es si serán capaces de trasladar el escenario árabe, a otros países como Corea del Norte, probablemente con cerca de 10 cabezas nucleares o, por ejemplo, a Venezuela, cuyo presidente está interesándose demasiado por los conocimientos nucleares de Rusia e Irán.
© Luis de la Fuente Martin 2011